sábado, 26 de febrero de 2011

La experiencia de Néstor

Me llamo Néstor y me dispongo a contar mi experiencia en Prodesenh, donde tuve la suerte de pasar 2 semanas este último verano.

Era la primera vez que organizaba un viaje de esta índole, y por lo tanto fue todo un poco apresurado y sin saber muy bien qué me iba a encontrar, dónde iba a ir, dónde me iba a alojar, etc.

Además, la primera imagen de la ciudad tras salir del aeropuerto es bastante caótica, coches que emiten gases mucho más sucios que los de España, y casas y edificios notablemente diferentes a los de aquí. No obstante, toda posible imagen negativa se desvanece cuando conoces a otros voluntarios y compartes sensaciones o experiencias; y ya totalmente cuando conoces el proyecto, Juanjo y Judith te cuentan su estado y sus objetivos, y los niños se presentan.

Son niños que, pese a sus circunstancias, son mucho más educados, amables y -muchísimo más- agradecidos que la mayoría de los niños españoles, por no hablar ya de la gente guatemalteca en general. Allí, la gente te saluda por la calle sin tener ni idea de quién eres, y las palabras "gracias" (o muy agradecido, también) y "por favor" están a la orden del día.







Durante mi estancia, estuvimos ampliando la zona donde los nenes hacen sus tareas (los deberes de escuela), pintamos las mesas con motivos educativos-infantiles, y ayudamos en la construcción de sanitarios (conjunto de pila, water y ducha) tanto en el proyecto como en la casa de niños del proyecto, además de estar con los niños algún tiempo.


El hecho de viajar ya es una experiencia constructiva de por sí, pero el poder viajar como cooperante es infinitamente más gratificante y reconfortante, ya que te da el privilegio de poder entablar un trato sincero con gente de allí, y el hablar con ellos y con los niños te da una imagen del país que te acerca mucho más a su realidad que el limitarse a visitar museos y leer textos o escritos pensados para turistas pasajeros. Los lazos que genera este tipo de experiencia son maravillosos, te humaniza, y el volver a tu casa y darse cuenta de que hay un montón de cosas que son totalmente prescindibles, que en la otra parte del mundo viven con mucho menos y sin embargo son igual o más felices que aquí, es algo que no se puede explicar. Vamos, recomendable al 100% :)

Luego, a la vuelta, y gracias a Arturo, pudimos lanzarnos a vender calendarios con tal de conseguir dinero para el proyecto, para poder mantenerlo en el tiempo y conseguir mayorar los objetivos. Por esto, también he de agradecer a todos los que decidieron comprar el suyo, y en especial a los que yo tuve la posibilidad de dárselo. 

Me queda decir que soy de Valencia, y que estaría dispuesto a hablar de esto más detenidamente con cualquiera que esté interesado en el proyecto :)
Un achuchón a mis compañeros del proyecto Lorena, Andreu, Tania, Ohiana, Blanca y Ana; un abrazo a mis "colaboradores económicos", y un abrazote y mis mejores deseos para Juanjo, Judith, y todos los nenes!


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